En días pasados una de las redes sociales más
famosas e importantes de nuestro tiempo se hizo pública al ingresar a
cotización dentro de la bolsa y cualquiera puede comprar sus acciones. El arranque en la venta de
acciones de Twitter (claro que
hablamos de esa red social, ¿si no de
cuál?) siguió los pasos de Facebook y generó a los más recientes
multimillonarios de los social media del siglo XXI.
Ya deberíamos estar acostumbrados a este tipo
de acontecimientos, los grandes negocios mediáticos giran cada vez más hacia
las redes sociales y las NTIC´s. Sin
embargo el sentimiento de incertidumbre que estas transacciones generan permea
aún a todas partes: a los medios tradicionales por la competencia que esto
significa, a los inversionistas con memoria de los bancarrotas.com de los
noventa y a una población que, en un importante sector, aún no termina de
acomodarse a la velocidad vertiginosa del cambio que esto significa.
Pero pongamos en perspectiva esto. ¿Cómo nos
afecta a nosotros los ciudadanos de a pie, o ciudadanos de smartphone si
prefieren, que un Twitter logre alcanzar 31 mil millones de dólares de valor en
sus primeras horas de cotización en la bolsa de valores?, ¿es algo bueno o malo
en general?, ¿podemos creer que esta tendencia seguirá y toda red social de
éxito terminará cotizando?
Lo primero que debemos tomar en cuenta es que
nada asegura que Twitter tenga las estrategias, alianzas y solidez necesaria
para mantener el buen paso que ha mostrado hasta ahora. Eso a pesar de que la
otra red social de alcance universal en el mundo virtual, o sea Facebook, haya
logrado sortear una caída espectacular en el valor de las acciones que lanzó al volverse pública y haya logrado
subir y subir.
Por otra parte, el argumento de que es una de
las redes sociales más importantes (en México domina FB pero aproximadamente el
60% de sus usuarios son además poseedores de una cuenta de Twitter) y eso basta
para mantenrla a flote y generará ganancias de manera casi mágica no es más que
una fantasía. Al salir a subasta pública Twitter se encuentra obligado a
responder a criterios de mercado puros y duros, es decir los accionistas esperan
dividendos garantizados por las acciones de aquellos que dirigen, al menos
hasta hoy, la empresa.
Y esto nos lleva a tocar otro mito de la red.
De acuerdo con éste, la web es el reino de la libertad absoluta. Según esta
versión el ciberespacio no tiene ataduras de ningún tipo y estamos a salvo de
las leyes de los mercados, de los gobiernos y las empresas codiciosas. Cómo ya
comentamos en otra columna, eso ha mostrado ser una mentira muy grande.
Por un lado la NSA ha tenido por años acceso
a la información de los usuarios de Google y Yahoo!, ¿qué impide haber buscado
seguido y hackeado cuentas de Twitter y realizar perfiles de activistas, periodistas
o ciudadanos comunes?Esto también podría aplicar a las empresas y su afán de
encontrar más y mejores nichos de mercado como Twitter.
Pero no caigamos en la paranoia complotista y
apelemos a la lógica de una empresa que tiene acciones en el mercado de valores
y debe generar ganancias: Twitter se verá
obligado, como Facebook en su momento, a meter cada vez más publicidad,
mensajes pagados, estrategias de pay per
click con post específicos y muchas cosas más.
El espacio libre de internet se encuentra en
proceso de llenarse de anuncios y publicidad, más o menos como sucedió con la
Televisión o la radio pero con la diferencia básica de que será un proceso
extremadamente dinámico en comparación. La presencia en redes sociales podría
terminar costando, como cualquier anuncio publicitario o spot político que
trasmite la TV.
Los medios tradicionales, antes llamados masivos, tardaron décadas para inundar pantallas y
estaciones de comerciales. El dinero que mueven llegó a alcanzar cifras multimillonarias pero hoy en día
las ganancias de la TV abierta van en caída. Se estima que el año pasado se
dejaron de recaudar casi un 20% de lo que 2011 alcanzó y esa publicidad s
encuentra migrando en gran medida a las redes sociales.
Si juntamos todos estos datos el panorama
para Twitter no parece bueno. Por un lado se estima que no se mantendrá mucho
tiempo en el top de las redes sociales y por el otro estará obligado a cambiar
su funcionamiento y perfil de manera drástica en poco tiempo. Esto puede
significar que los usuarios más libertarios emigren a cualquiera otra de las
redes sociales emergentes que existen y surgen cada día. También podría suceder
que, tal como le pasó a la primera versión de Hi5, deje de ser atractiva para
los usuarios por la poca flexibilidad en
su plataforma y sufrir una inundación de comerciales que terminen por
cansarnos.
El pajarito multimillonario tiene muchos
retos encima, y creo que será el verdadero parte aguas de las acciones que
seguirán las demás redes sociales, aún más que Facebook, en materia de esquema
de negocios. Sigamos de cerca este
proceso, él nos enseñará si la versión del siglo XXI de los millonarios punto com tiene mejores
perspectivas que las anteriores.
Yo solo espero que no nos signifique perder
nuestras redes y contactos, o tener que pagar por mantenerlos, pues se han vuelto
parte de nuestra vida diaria.
@HigueraB